Yin Yoga

Esta página es mi tributo al Yin Yoga, que tanto me ha dado.

- Anabel Larsen

¿Qué es el Yin Yoga?

Hola yoguis, esta web es para hablaros del yin yoga, un tipo de yoga que cuando se practica proporciona un gran bienestar. 

En este estilo de yoga las asanas se practican de forma lenta y gran parte de los movimientos son de suelo. En el Yin Yoga las posturas se mantienen por largos periodos de tiempo de forma pasiva, entre uno y ocho minutos. Esto proporciona un gran nivel de estiramiento y también de relajación, lo que se traduce  en una calma física y mental profunda.

Para el mantenimiento de las posturas se usa la gravedad dejando que actúe sobre el cuerpo, así los estiramientos llegan hasta los niveles más profundos, activando el tejido conectivo de las articulaciones y ligamentos.

¿PARA QUÉ SIRVE

El Yin Yoga?

El yin yoga también es una forma de meditación, además de servir para ganar elasticidad física. La respiración pausada y consciente durante las posturas, nos ayuda a conocernos mejor y a encontrar esa dimensión esencial de paz que todos tenemos. Es un  tipo de yoga que mejora el rango de movilidad, de una forma controlada para evitar lesiones. Esta es una de las cualidades que hace que el yin yoga pueda practicarse por personas de cualquier edad.

También se le llama yoga restaurativo, por el efecto sanador que tiene en el cuerpo y mente de quienes lo practican.

De la misma forma que en cualquier otro tipo de yoga, es fundamental no sentir dolor, lógicamente es normal tener cierto grado de ‘incomodidad’; especialmente los primeros días, pero hay que estar alerta y salir de las posturas antes de que se transforme en dolor. 

Un síntoma de que estamos cómodos es la respiración fluida, que trae calma y bienestar. Si la respiración es forzada significa que algo no va bien y hay que cambiar.

Efectos de la práctica del Yin Yoga

Es típico que el yin yoga produzca liberaciones emocionales súbitas que pueden originar cierta incomodidad. Lo mejor en estos casos es dejarlas fluir y no resistirse. Si tienes ganas de llorar, llora sin más, permítete ser vulnerable sin juzgarte. Si lo haces de esta manera sentirás una gran liberación y esas emociones bloqueadas dejarán de hacerte daño.
LAS FASES DE LA

PRÁCTICA DEL YIN YOGA

Respirar – Comenzar - Anclar

Primero conecta con tu respiración y no la pierdas durante la práctica. Esa es tu ancla con el momento presente. Te acompaña en el proceso de encontrar la postura y dejar que tu peso actúe y tus resistencias y tu mente se vayan serenando.

Percibir – Permitir – Dejar ser

Una vez enraizado, el estado de calma te rodea, y te haces consciente de las sensaciones en el cuerpo de la actividad mente y de las emociones. El arte de Yin Yoga consiste en crear ese espacio de observación sin juicio y sin valoración.

Soltar – Liberar – Relajar

A continuación, la no resistencia trae la fase de liberación. Es la luz de la conciencia iluminando la oscuridad. Tu cuerpo se relaja, tu energía emocional se apacigua, tu mente se ralentiza y la paz te envuelve.

BENEFICIOS DEL YIN YOGA

YIN YOGA

PARA PRINCIPIANTES

Inicia la postura usando las manos y las rodillas. Lleva las rodillas hacia los bordes de la estera y siéntate sobre los talones. Inclina el torso hacia la estera y luego extiende los brazos hacia la parte frontal del cuerpo con las palmas de la mano apuntando hacia abajo, o extiende los brazos hacia atrás con las palmas mirando hacia arriba.

Siéntate sobre los glúteos con la espalda recta, cruza las piernas y junta las plantas de los pies. Luego inclínate hacia adelante para sentir el estiramiento que genera la postura.

Siéntate con las piernas estiradas hacia adelante. Luego, inclina el torso por encima de las piernas y deja que la cabeza cuelgue manteniendo tus brazos relajados a los lados del cuerpo. Puedes usar un cojín o almohadilla para sentarte.

Estando en una postura sentada, dobla las dos piernas con una de ellas a un ángulo de noventa grados en frente de ti. Lleva la otra pierna hacia atrás pero que también quede a un ángulo de noventa grados. El pie de adelante debe estar cerca pero no tocando la rodilla de la pierna que está hacia atrás. Trata de mantener el coxis sobre la estera.

Acuéstate sobre el estómago. Eleva la parte superior del torso poniendo los antebrazos sobre la estera. Los codos deben estar ubicados levemente por delante de los hombros. Mira fijamente hacia adelante y lleva tus hombros hacia abajo y hacia atrás.

Inicia desde la postura de mariposa. Estira y lleva una de las dos piernas hacia atrás manteniendo la parte superior del pie que está estirado sobre el suelo. Para mantener las caderas alineadas puedes doblar una estera de yoga y ponerla debajo de tu cadera. Puedes mantener el torso del cuerpo erguido o inclinarte hacia adelante.

Inicia la postura acostándote sobre la espalda. Dobla las dos piernas y llévalas por encima de tus hombros. Agarra el dedo o la parte externa de tus pies.
Mueve los pies hacia el suelo de tal forma que las rodillas queden muy cerca de las axilas.

Tips: 

  • Como principiante, puedes comenzar manteniendo las posturas de Yin Yoga anteriormente mencionadas hasta por dos minutos. 
  • Utiliza un cronómetro para que no estés pendiente del reloj, así evitarás las distracciones durante la práctica.
  • No debes sentir dolor al estar en la postura.
  • Debes sentirte cómodo al mantener la postura por mínimo dos minutos.

El Yin Yoga es uno de los estilos de yoga que se caracteriza por tener un flujo lento donde los practicantes se mantienen en las posturas entre dos a cuatro minutos. Como principiante, podrás mantener la postura hasta por dos minutos, pero cuando hayas llegado a un nivel avanzado podrás aumentar el tiempo hasta cuatro minutos. Las siguientes posturas de Yin Yoga son perfectas para los principiantes, ya que ayudarán a mejorar la flexibilidad, disminuir el nivel de estrés y mejorar de manera significativa la movilidad corporal.

Si deseas incluir algunas de estas posturas de Yin Yoga en tu secuencia te será muy fácil hacerlo. Puedes iniciar la práctica observando tu respiración natural o haciendo una corta práctica de meditación por tres o cinco minutos. Luego, selecciona de dos a cuatro posturas manteniéndote cuatro minutos en cada una de ellas. Después de realizar las posturas te acuestas en Savasana de ocho a diez minutos y finalizas la práctica con una corta meditación y observando la respiración natural. Siguiendo estos tips y poniendo en práctica estas asanas, podrás dar los primeros pasos como practicante de Yin Yoga y te sorprenderás por todos los beneficios que este estilo de yoga tiene para ti.

MI RECOMENDACIÓN

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