Tipos de karma

3 tipos de karma en el budismo

El karma es un concepto del hinduismo que explica a través de un sistema donde los efectos beneficiosos se derivan de las acciones beneficiosas pasadas y los efectos perjudiciales de las acciones perjudiciales pasadas, creando un sistema de acciones y reacciones a lo largo de las vidas reencarnadas de un alma (Atman)[1] formando un ciclo de renacimiento. Se dice que la causalidad es aplicable no sólo al mundo material, sino también a nuestros pensamientos, palabras, acciones y a las acciones que otros hacen bajo nuestras instrucciones[2][importancia…], por ejemplo, si haces una cosa buena, te ocurre algo bueno, y lo mismo ocurre si haces una cosa mala. Se dice en los Puranas que el señor del karma es el planeta Saturno, Shani[3].
Hay tres tipos diferentes de karma: el prarabdha karma, que se experimenta a través del cuerpo presente y es sólo una parte del sanchita karma, que es la suma de los karmas pasados, y el agami karma, que es el resultado de la decisión y la acción actuales[4].
La primera aparición de la palabra karma se encuentra en el Rigveda. El término karma también aparece de forma significativa en los Veda. Según los Brahmanas, «como su esposa el hombre nace al mundo que ha hecho» y uno es puesto en una balanza en el otro mundo para una estimación de su buena y mala acción. También declara que como el hombre está «constituido» por sus deseos, nace en el otro mundo con referencia a éstos[5].

9 tipos de karma en el budismo

Ejemplos de karma en la vida y en la ficción El karma es la creencia de que todo lo que hagas volverá a ti, ya sea en esta vida o en la siguiente. Es adoptada por los seguidores del budismo, el hinduismo y otros en todo el mundo. Para algunos, no se trata sólo de hechos, sino también de pensamientos y palabras. En la vida cotidiana se pueden ver muchos ejemplos de karma, tanto buenos como malos.
La frase «lo que va, vuelve» ilustra lo que es el karma. A veces las consecuencias atribuidas al karma se producen de forma instantánea, pero otras veces los resultados de las acciones de uno pueden tardar bastante en producirse.
Hay numerosas citas sobre el karma y se pueden encontrar ejemplos de karma en muchas obras de ficción. Teniendo en cuenta la frecuencia con la que el karma parece estar en juego en la vida cotidiana, no debería sorprender que el karma sea un tema común en la literatura, las películas y los programas de televisión.

4 tipos de karma

Nudo sin finNudo sin fin en la rueda de oración de un templo nepalíSímbolos del karma como el nudo sin fin (arriba) son motivos culturales comunes en Asia. Los nudos interminables simbolizan el encadenamiento de causas y efectos, un ciclo kármico que continúa eternamente. El nudo sin fin es visible en el centro de la rueda de oración.Parte de una serie sobreEspiritualidad
Karma (/ˈkɑːrmə/; sánscrito: कर्म, IPA:  [ˈkɐɽmɐ] (escuchar); Pali: kamma) significa acción, obra o hecho. [1] El término también se refiere al principio espiritual de causa y efecto, a menudo llamado descriptivamente el principio del karma, en el que la intención y las acciones de un individuo (causa) influyen en el futuro de ese individuo (efecto):[2] la buena intención y las buenas acciones contribuyen a un buen karma y a renacimientos más felices, mientras que la mala intención y las malas acciones contribuyen a un mal karma y a renacimientos malos.[3][4] Wilhelm Halbfass (2000) explica el karma (karman) contrastándolo con la palabra sánscrita kriya:[3] mientras que kriya es la actividad junto con los pasos y el esfuerzo en la acción, el karma es (1) la acción ejecutada como consecuencia de esa actividad, así como (2) la intención del actor detrás de una acción ejecutada o una acción planificada (descrita por algunos estudiosos[9] como residuo metafísico que queda en el actor). Una buena acción crea un buen karma, al igual que la buena intención. Una mala acción crea un mal karma, al igual que la mala intención[3].

3 tipos de karma en tailandia

Dijo: «Cada año 500 millones de personas aprenden a jugar al tenis. De ellos, medio millón aprende a jugar al tenis. De ellos, cincuenta mil se convierten en profesionales. De ellos, sólo 5.000 entran en el Grand Slam. De ellos, 50 entran en Wimbledon. De ellos, 4 llegan a la semifinal. Y de ellos, sólo 2 se clasifican para la final. Y entonces una persona recoge el trofeo, y ese fui yo. Entonces no me quejé, ¿por qué debería hacerlo ahora? Nunca me pregunté por qué yo entonces. ¿Por qué debería hacerlo ahora?
Alguien es bueno en algo sin siquiera aprenderlo. ¿Has visto a niños que son buenos en el baile sin ninguna formación profesional? ¿Has visto a alguien que sea bueno con los ordenadores sin ningún aprendizaje formal como tal?
Elegimos nuestra próxima vida de acuerdo con nuestras acciones en esta vida. Eso es lo que llamamos karma. Alguien es rico y alguien es pobre. Algunos trabajan duro pero sus resultados no fructifican mientras que otros no se esfuerzan pero tienen mucho éxito. Esto no es más que karma.
El ciclo del karma nos une. Ya hemos tenido millones de nacimientos y muchas huellas en nuestra conciencia de tantos nacimientos. De acuerdo con nuestro karma, obtenemos un cuerpo diferente en 8,4 millones de especies hasta que cruzamos este ciclo de nacimiento y muerte al tomar el servicio devocional.