Ying i yang

La historia del yin y el yang

Mientras que la cultura occidental tiende a simplificar en exceso las complejidades del comportamiento y las experiencias humanas situándolas en una de las dos categorías -parte o totalidad, negativo o positivo, competitivo o colaborativo-, el yin yang hace hincapié en la necesidad de cada una de ellas para crear un equilibrio. Siguiendo esta mentalidad, la luz y la oscuridad pierden sus asociaciones originales y pasan a formar parte de las dinámicas más profundas que están en juego en el viaje de un individuo.
“No se trata de que un lado sea mejor que el otro”, afirma el profesor de religión John Barton. “La visión del mundo taoísta es que todas esas cosas son necesarias. Todas forman parte del flujo del universo. Todas forman parte de cada uno de nosotros”.
En el cristianismo, la luz y la oscuridad funcionan como un conjunto de categorías morales, dijo Barton. La luz es “moralmente buena” y algo que uno debe esforzarse por ampliar. La oscuridad es “moralmente mala” y algo que uno debe esforzarse por derrotar.
“El uso taoísta de estas metáforas es muy diferente”, dijo Barton. “La oscuridad no es algo que deba superarse. La oscuridad es algo que forma parte de los ritmos y flujos naturales del universo, y se necesita la oscuridad y la luz; ni siquiera se sabe lo que es una sin la otra”.

El taoísmo del yin y el yang

Existen varias dinámicas en la cosmología china. En la cosmología del Yin y el Yang, la energía material con la que se ha creado este universo se denomina también qi. Se cree que la organización del qi en esta cosmología del Yin y el Yang ha formado muchas cosas[3] Entre estas formas se encuentra el ser humano. Muchas dualidades naturales (como la luz y la oscuridad, el fuego y el agua, la expansión y la contracción) se consideran manifestaciones físicas de la dualidad simbolizada por el yin y el yang. Esta dualidad está en el origen de muchas ramas de la ciencia y la filosofía chinas clásicas, además de ser una directriz primordial de la medicina tradicional china,[4] y un principio central de diferentes formas de artes marciales y ejercicios chinos, como el baguazhang, el taijiquan (t’ai chi) y el qigong (Chi Kung), además de aparecer en las páginas del I Ching.
La noción de dualidad puede encontrarse en muchos ámbitos, como las Comunidades de Práctica. El término “dualismo-monismo” o monismo dialéctico se ha acuñado en un intento de expresar esta fructífera paradoja de unidad y dualidad simultáneas. El yin y el yang pueden considerarse fuerzas complementarias (en lugar de opuestas) que interactúan para formar un sistema dinámico en el que el todo es mayor que las partes reunidas[5]. Según esta filosofía, todo tiene aspectos yin y yang (por ejemplo, la sombra no puede existir sin la luz). Cualquiera de los dos aspectos principales puede manifestarse con más fuerza en un objeto concreto, según el criterio de la observación. El yin yang (es decir, el símbolo taijitu) muestra un equilibrio entre dos opuestos con una porción del elemento opuesto en cada sección.

El yin es blanco

¿De dónde procede el término yin y yang? Los conceptos de yin y yang han existido desde al menos el siglo XIII a.C., cuando se encontraron referencias en inscripciones relacionadas con la adivinación china del tiempo. Una de las primeras menciones del yin-yang para el concepto de armonía cósmica procede de un verso del Shih Ching, una colección de poemas del siglo VI a.C. compilada por Confucio.
Entre el 700 y el 400 a.C. aproximadamente, el yin-yang era el nombre de una escuela de enseñanza, cuyo principal pensador era el alquimista Zou Yan. La escuela se centraba en la idea de que toda la vida giraba en torno a cinco elementos básicos (metal, madera, agua, fuego y tierra), gobernados por las fuerzas del yin y el yang, parte del qi, o fuerza vital, del cosmos.
El yin, que en chino significa “mujer” o “luna”, representa la oscuridad, la feminidad, la pasividad y la tierra. El yang (“sol” o “macho”) representa la luz, la masculinidad, la actividad y los cielos. Se consideraba que el equilibrio del yin y el yang influía en la salud y el orden del individuo, la sociedad y el universo entero.

La teoría del yin y el yang

En la dinastía Han (202 a.C.-220 d.C.), el yinyang se asociaba a la cosmología correlativa del wuxing (“cinco fases”). Según el capítulo del “Gran Plan” del Shujing (Clásico de los Documentos), el wuxing se refiere a las sustancias materiales que tienen ciertos atributos funcionales: se dice que el agua empapa y desciende; que el fuego arde y asciende; que la madera se curva o es recta; que el metal obedece y cambia; que la tierra toma semillas y da cosechas. El wuxing se utiliza como un conjunto de clasificadores numerológicos y explica la configuración del cambio en varias escalas. La llamada enseñanza yinyang wuxing -un “temprano intento chino en la dirección de elaborar una metafísica y una cosmología” (Chan 1963: 245)- fue una fusión de estos dos esquemas conceptuales aplicados a la astronomía y a las artes mánticas.
La interpretación más duradera del yinyang en el pensamiento chino está relacionada con el concepto de qi (ch’i, energía vital). Según esta interpretación, el yin y el yang son vistos como qi (en ambas formas, yin y yang) operando en el universo. En el capítulo “Duque Shao” del Zuozhuan (Libro de la Historia), el yin y el yang se definen por primera vez como dos de los seis qi celestiales: