Dharma yoga

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Fundado por Sri Dharma Mittra en 1975, Dharma Yoga Shiva Namaskar Vinyasa es un desafiante flujo vinyasa basado en las tradiciones del raja yoga pero adaptado a la vida moderna. Este tipo de yoga se enseña en varios niveles -Dharma I, II, III, IV y V- desde principiantes hasta avanzados. La práctica del Dharma Yoga libera el flujo de prana, moviéndolo a través de la columna vertebral y hacia “los cuerpos físico, metabólico, intuitivo y de la felicidad”, promoviendo la salud y la armonía.
El Dharma Yoga es apropiado para estudiantes de todos los niveles, desde principiantes hasta yoguis avanzados, porque se adapta a las necesidades de los estudiantes. Durante una clase de Dharma Yoga, no sólo se practican las posturas de yoga como movimientos físicos, sino que se anima a profundizar y experimentar la práctica de forma meditativa y espiritual.

Beneficios del dharma yoga

Este estilo de yoga, tan conocido en todo el mundo, fue creado por Sri Dharma Mittra, un maestro y gurú del yoga que empezó a estudiar en los años 50. Se le llama “el maestro de maestros” y “la roca del yoga”. Por un lado, sus sesiones de yoga son tan espectaculares en cuanto a sus posturas e inversiones, que hasta el Cirque du Soleil quiso ficharlo. Por otro lado, su gráfico con 908 posiciones se ha convertido en una referencia que se encuentra en las más prestigiosas escuelas de yoga de todo el mundo y que también puedes ver colgado en las paredes del DiR.
En una clase de Dharma siempre encontrarás una estructura muy sólida y la identificarás sobre todo por la primera secuencia llamada Shiva Namaskara, típica de este estilo, y porque las posiciones invertidas o sobre la cabeza están siempre a mitad de la práctica, en lugar de al final como en la mayoría de los tipos de yoga. Cuando se practican las posiciones no se piensa primero en la alineación, sino que se ofrecen y se utilizan como una oración viva. Por eso decimos que es un tipo de yoga en el que encontrarás muchas posturas que abren el cuarto chakra (el centro energético situado en el centro del pecho) para desbloquear las emociones y los sentimientos y hacerte sentir más amoroso y afectuoso.

Dharma yoga

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Nuestro dharma personal puede descubrirse respondiendo a las preguntas: “¿Por qué estoy aquí? ¿Cuál es el propósito de mi vida?”. Uno de los más grandes santos que ha vivido en la India, Ramakrishna, era conocido por animar a sus suplicantes a responder a esas preguntas. Cuando alguien le visitaba, le preguntaba: “¿Quién eres?”. Al hacer esa pregunta, era capaz de saber si sus visitantes habían identificado su dharma.
Descubrir nuestro dharma es el paso más importante en nuestra vida. Si no damos este paso, nuestros esfuerzos no se dirigen hacia el fin de nuestra alma. Aunque nos esforcemos mucho en la vida, acabamos insatisfechos, subiendo la escalera del éxito sólo para descubrir que se apoyaba en la pared equivocada. Limitamos nuestra libertad si no tenemos un propósito claro. ¿Cómo podemos esforzarnos de todo corazón en la vida si no tenemos una dirección a la que dirigirnos?
Es importante tener en cuenta que cada fase de la vida puede tener un dharma diferente. El dharma del bebé puede ser mamar, el del adolescente estudiar y el del adulto alcanzar su destino espiritual. Es más, en una fase determinada puede haber no un solo dharma, sino muchos. Puede ser simultáneamente profesor de yoga, padre y activista por un gobierno sano.

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El yoga Iyengar, llamado así y desarrollado por B. K. S. Iyengar, y descrito en su exitoso libro de 1966 Light on Yoga, es una forma de yoga como ejercicio que hace hincapié en el detalle, la precisión y la alineación en la realización de las posturas de yoga (asanas).
Este estilo suele utilizar accesorios, como cinturones, bloques y mantas, como ayuda para realizar las asanas. Los accesorios permiten a los estudiantes principiantes, a los ancianos o a los que tienen limitaciones físicas realizar las asanas correctamente, minimizando el riesgo de lesiones o tensiones.
B. K. S. Iyengar aprendió el yoga de Tirumalai Krishnamacharya en el Palacio de Mysore, al igual que Pattabhi Jois; el Yoga Iyengar y el Ashtanga Vinyasa Yoga de Jois son, por tanto, ramas del mismo linaje de yoga, y comparten muchas de las mismas asanas. [2] Iyengar comenzó a enseñar el yoga como ejercicio de forma gradual, empezando con alumnos individuales como el violinista Yehudi Menuhin, a quien conoció en 1952; la fama de Menuhin ayudó a impulsar el Yoga Iyengar como marca en el mundo occidental[3].
Un hito fue la publicación del exitoso libro de Iyengar, Light on Yoga, en 1966, en el que se describen más de 200 asanas con un detalle “sin precedentes”[4] El estudioso del yoga Andrea Jain calificó el libro como “posiblemente el acontecimiento más significativo en el proceso de elaboración de la marca [Iyengar Yoga]”. Jain y otros han señalado que las afirmaciones biomédicas del libro, como la de tonificar varios órganos del cuerpo, eran atractivas para su público, pero se afirmaban directamente sin ninguna prueba de apoyo[6][7] Autoridades como el erudito del yoga Elliott Goldberg lo han descrito como la biblia del yoga moderno;[8][9] el libro ha vendido más de tres millones de copias, y ha sido traducido al menos a 23 idiomas[1][10].