Historia del yin yang

La religión del yin y el yang

La noción del Yin y el Yang se remonta al siglo III antes de Cristo. La escuela china de Yinyang propagó ampliamente el concepto al tiempo que realizaba avances en filosofía y cosmología. El cosmólogo Zou Yan o Tsou Yen desempeñó un papel clave en la difusión de esta filosofía. Según Zou Yan, la vida pasaba por las cinco fases de fuego, agua, metal, madera y tierra. Cada una de estas cinco fases se intercambiaba según el principio del Yin y el Yang.
El principio del Yin y el Yang pone de manifiesto la dualidad inherente a todo. Los defensores de esta teoría creen que todo existe en este mundo como opuestos inseparables y contradictorios. Se pueden encontrar ejemplos de yin y yang de tales opuestos en todos los paradigmas posibles que existen en este mundo. Entre los humanos, existen los binarios de hombre y mujer o de viejo y joven. En la naturaleza, existe esta dualidad de oscuridad y luz.
Ninguno de estos opuestos es superior al otro. Uno aumenta con la disminución del otro. Por lo tanto, es el equilibrio adecuado del yin y el yang entre los dos extremos lo que puede traer la armonía a este mundo y al orden de las cosas.

El taoísmo del yin y el yang

El yin y el yang (o yin-yang) es un complejo concepto relacional de la cultura china que se ha desarrollado durante miles de años. En pocas palabras, el significado del yin y el yang es que el universo se rige por una dualidad cósmica, conjuntos de dos principios o energías cósmicas opuestas y complementarias que pueden observarse en la naturaleza.
En general, el yin se caracteriza por ser una energía interior, femenina, quieta, oscura y negativa. Por otro lado, el yang se caracteriza como una energía exterior, masculina, caliente, brillante y positiva.
Los elementos yin y yang se presentan en parejas -como la luna y el sol, lo femenino y lo masculino, lo oscuro y lo brillante, lo frío y lo caliente, lo pasivo y lo activo, etc.-, pero hay que tener en cuenta que yin y yang no son términos estáticos o mutuamente excluyentes. Aunque el mundo está compuesto por muchas fuerzas diferentes, a veces opuestas, éstas pueden coexistir e incluso complementarse. A veces, las fuerzas opuestas en la naturaleza incluso dependen unas de otras para existir. La naturaleza del yin-yang reside en el intercambio y la interacción de los dos componentes. La alternancia del día y la noche es un ejemplo de ello: no puede haber sombra sin luz.

El matrimonio yin-yang

Hay varias dinámicas en la cosmología china. En la cosmología del Yin y el Yang, la energía material con la que se ha creado este universo también se denomina qi. Se cree que la organización del qi en esta cosmología del Yin y el Yang ha formado muchas cosas[3] Entre estas formas se encuentra el ser humano. Muchas dualidades naturales (como la luz y la oscuridad, el fuego y el agua, la expansión y la contracción) se consideran manifestaciones físicas de la dualidad simbolizada por el yin y el yang. Esta dualidad está en el origen de muchas ramas de la ciencia y la filosofía chinas clásicas, además de ser una directriz primordial de la medicina tradicional china,[4] y un principio central de diferentes formas de artes marciales y ejercicios chinos, como el baguazhang, el taijiquan (t’ai chi) y el qigong (Chi Kung), además de aparecer en las páginas del I Ching.
La noción de dualidad puede encontrarse en muchos ámbitos, como las Comunidades de Práctica. El término «dualismo-monismo» o monismo dialéctico se ha acuñado en un intento de expresar esta fructífera paradoja de unidad y dualidad simultáneas. El yin y el yang pueden considerarse fuerzas complementarias (en lugar de opuestas) que interactúan para formar un sistema dinámico en el que el todo es mayor que las partes reunidas[5]. Según esta filosofía, todo tiene aspectos yin y yang (por ejemplo, la sombra no puede existir sin la luz). Cualquiera de los dos aspectos principales puede manifestarse con más fuerza en un objeto concreto, según el criterio de la observación. El yin yang (es decir, el símbolo taijitu) muestra un equilibrio entre dos opuestos con una porción del elemento opuesto en cada sección.

Comentarios

Hay varias dinámicas en la cosmología china. En la cosmología del Yin y el Yang, la energía material con la que se ha creado este universo también se denomina qi. Se cree que la organización del qi en esta cosmología del Yin y el Yang ha formado muchas cosas[3] Entre estas formas se encuentra el ser humano. Muchas dualidades naturales (como la luz y la oscuridad, el fuego y el agua, la expansión y la contracción) se consideran manifestaciones físicas de la dualidad simbolizada por el yin y el yang. Esta dualidad está en el origen de muchas ramas de la ciencia y la filosofía chinas clásicas, además de ser una directriz primordial de la medicina tradicional china,[4] y un principio central de diferentes formas de artes marciales y ejercicios chinos, como el baguazhang, el taijiquan (t’ai chi) y el qigong (Chi Kung), además de aparecer en las páginas del I Ching.
La noción de dualidad puede encontrarse en muchos ámbitos, como las Comunidades de Práctica. El término «dualismo-monismo» o monismo dialéctico se ha acuñado en un intento de expresar esta fructífera paradoja de unidad y dualidad simultáneas. El yin y el yang pueden considerarse fuerzas complementarias (en lugar de opuestas) que interactúan para formar un sistema dinámico en el que el todo es mayor que las partes reunidas[5]. Según esta filosofía, todo tiene aspectos yin y yang (por ejemplo, la sombra no puede existir sin la luz). Cualquiera de los dos aspectos principales puede manifestarse con más fuerza en un objeto concreto, según el criterio de la observación. El yin yang (es decir, el símbolo taijitu) muestra un equilibrio entre dos opuestos con una porción del elemento opuesto en cada sección.